martes, 1 de febrero de 2011

EL TACTO EN LA ENSEÑANZA

EL TACTO EN LA ENSEÑANZA.
“Categorías del tacto en la enseñanza y características”.

“La recuperación de la práctica educativa”
“La sensibilidad pedagógica”
Elba Noemí Gómez Gómez.
Max. Van Manen
EL MAESTRO:
El maestro es un sujeto que en  la historia de la sociedad ha sido exaltado en el ideal que de él se persigue, y ha sido ocultado y desconocido en su existencia concreta, y en la cotidianeidad de su práctica.

Actualmente la actitud y los valores juegan un papel preponderante en el desarrollo de la practica docente, ciertamente es un punto clave para el logro de conocimientos para con los alumnos, por lo cual el tacto pedagógico es sumamente importante para saber intervenir   con los mismos.
El docente ha ido creando un rol, como sujeto creador y transformador de su propia práctica.
Los procesos de enseñanza requieren tacto: inteligencia interpretativa, intuición moral práctica, sensibilidad y receptividad hacia la subjetividad de los niños y capacidad de improvisación en el trato con ellos.

El docente reconoce a la educación desde la esfera social, donde la coerción y la  libertad, lo social y lo individual, se mantienen en constante tensión y búsqueda del equilibrio.
El tacto pedagógico se manifiesta principalmente como una orientación en cuanto a la forma de ser y actuar con los niños. La forma principal de cómo se manifiesta el tacto pedagógico es la forma pedagógica de ser y actuar, durante la practicas docente nos enfrentamos a situaciones cotidianas relacionadas con los alumnos, que ciertamente afectan o benefician la docencia, de esta forma es necesario tener una orientación consciente a la forma de ser y actuar con los alumnos, considerado como la sensibilidad pedagógica.

El maestro integra en la actividad docente sus necesidades personales como ser humano, así como la prioridad de establecer orden y enseñar.
El tacto se puede poner en evidencia evitando la intervención, mostrándonos abiertos a la expresión de los niños, adaptándonos a la subjetividad, como una seguridad situacional y como un don de la improvisación, debido a que en ocasiones al mostrarnos rígidos y poco abiertos a los puntos de vista de los alumnos impide la confianza y un clima agradable que contribuya al logro de aprendizajes y la construcción de conocimientos. La seguridad del profesor es indispensable frente al grupo, pues un maestro seguro, es un maestro con más posibilidad de éxito que uno que muestra inseguridad.
Las condiciones materiales y las relaciones a su interior, son elementos fundamentales del proceso mediante el cual se define el contenido del trabajo de los maestros.
En una relación presidida por el tacto pedagógico predomina la receptividad, se es sensible a la subjetividad, se procura una influencia sutil, se muestra seguridad en las dificultades, se protege a los alumnos vulnerables… El tacto pedagógico preserva el espacio del alumno protegiendo sus aspectos frágiles, evita el dolor y la humillación, y destaca lo bueno y único que hay en cada alumno.
El maestro no solo es un trabajador, es un ser humano que estructura sus propios conocimientos, sus recursos y estrategias para resolver diariamente la problemática que se le presenta en el espacio educativo como en el aula.
El "tacto pedagógico" no es un discurso bondadoso al margen del mundo real. Es un tipo de relación pedagógica que podemos tratar de promover en nuestra acción en el aula, con nuestros alumnos. El tacto pedagógico podría ser considerado como la sensibilidad pedagógica que deberíamos adoptar los docentes.
El maestro en su práctica cotidiana, tiene presentes conocimientos que ha adquirido social y culturalmente. Para ser maestro se requieren no solo conocimientos teóricos y pedagógicos, sino conocimientos que se podrán en juego en la intersección permanente entre lo afectivo, lo social y lo intelectual.
El tacto pedagógico lo encontramos en la forma de ser y de actuar del maestro de un aula no solo en el ámbito áulico sino en el institucional, así como la forma en dirigirnos a nuestros alumnos para lograr en ellos un aprendizaje significativo.

La práctica docente es el conjunto de actividades que se organizan día con día por parte del maestro, en los que se conjugan habilidades, valores y conocimientos concretizados en estrategias didácticas.
Define la reflexión pedagógica como la forma en que los educadores maduran, cambian y profundizan como consecuencia del hecho de vivir con los niños.
LA PRÁCTICA DOCENTE:
El trabajo  del docente requiere introducirse en la vida cotidiana de las escuelas, en el ámbito donde dicho trabajo adquiere formas, modalidades y expresiones concretas.

Los procesos de enseñanza requieren tacto: inteligencia interpretativa, intuición moral práctica, sensibilidad y receptividad hacia la subjetividad de los niños y capacidad de improvisación en el trato con ellos.


Su accionar constante es lograr consensos en el grupo, en la escuela, y en particular, en la relación maestro- alumno, donde se negocian normas, conocimientos, valores, historias personales, expectativas, sentimientos, etc.

Al ser la educación un espacio social, el docente se encuentra incluido en una red de relaciones que lo ubican en un  lugar con ciertas exigencias, y lo colocan en cierta relación de poder con el otro.

El maestro es y existe en relación estrecha con el alumno. Su poder, fundado en el saber, y su criterio de verdad, depende de que el otro lo reconozca.

LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD DOCENTE:
El maestro es un constructor perseverante de una práctica que pretende ser diferente y eficiente, es un arquitecto del salón de clases, es un catalizador de los procesos del aula.

El docente en múltiples ocasiones hace frente a la problemática diaria de manera empírica, solucionando en el plazo inmediato algunas de las dificultades que se le presentan, sin que por ello queden resueltas del todo.

La exigencia actual de la calidad en la educación requiere de un maestro reflexivo, crítico y creativo, que traspase el espacio educativo concebido como privado e íntimo, para construir, junto con otros docentes, una práctica profesional.

Es importante que el docente se conciba como un investigador permanente para que innove permanentemente en su práctica, la mejore, recree, que se convierta en un sujeto activo, etc.


ROSA LUZ.

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